LAS CLAVES PARA EL MANTENIMIENTO DE UNA CANCHA

Gerardo Albornoz es uno de los que más conoce en el país sobre el cuidado de los campos de juego. Es el supervisor del predio deportivo que la AFA posee en Ezeiza, y compartió su experiencia con dirigentes y referentes de clubes no solo de Chaco sino de otros puntos del país, Bolivia, Colombia y Ecuador. Consideró que los clubes deben tener “personal debidamente capacitado” para el mantenimiento de las canchas.

  El “canchero”, oriundo del interior de Tucumán (Bella Vista), se considera autodidacta y consideró clave la tarea de un especialista en esta materia para colaborar con un buen espectáculo deportivo. Durante dos horas ofreció un pormenorizado detalle sobre las condiciones que deben reunir las superficies y observó que “cuidar el césped es un arte”, en una charla virtual promovida por la Federación Chaqueña de Fútbol.

  “Muchas veces se minimiza el trabajo del que lo llaman canchero, pero su función es sumamente importante” aseguró, para remarcar que quien realiza esta tarea debe tener un amplio conocimiento sobre “las capacidades físicas del suelo”, teniendo en cuenta que los campos de juego “deben tener cualidades funcionales para que el fútbol se desarrolle de la mejor manera”.

  Consideró que el “césped bermuda” es el que mejor se adapta a nuestra región y es el que se debe cuidar, y al respecto precisó que “la selección del césped depende del clima, de la resistencia y de la fuerza de adaptación”. Además promovió el uso de fertilizantes y la alternancia de macros y micronutrientes.

  Sobre las malezas que invaden las canchas de nuestra región sugirió que “se debe mantener un corte de césped bajo, de 2,5 centímetros aproximadamente, y con esto ya se tiene un primer control”; y en relación con las heladas expuso que “se debe regar para que la planta levante entre 7 y 8 grados la temperatura y de esa manera el frio no impacte de manera tan agresiva”.

  Amplió en tal sentido que debe producirse un “suministro justo de agua para fortalecer los nutrientes”, y en cuanto al desnivel del campo de juego para favorecer el escurrimiento del agua en época de lluvia señaló que “debe ser más alto el eje longitudinal (de arco a arco), con una pendiente del 1 por ciento”, que significa un centímetro por cada metro hasta llegar al lateral.

  Las claves de un buen campo de juego

  En su generosa disertación sobre el mantenimiento de los campos de juego, Gerardo Albornoz aclaró que “no tengo formación académica pero sí formación profesional”, y adelantó que junto con otros trabajadores de su rubro están promoviendo la creación de la Asociación Argentina de Césped, desde noviembre realizará capacitaciones porque “no se puede avanzar sin conocimiento”.

  Al tiempo que destacó que “todo cambia a partir de tener una superficie en condiciones”, observó que “vemos desplegarse el fútbol europeo y está bueno que empecemos a recorrer ese camino”. Al respecto enumeró que el trabajo básico para una superficie acorde incluye cortes, fertilizaciones, riego, aireaciones, resiembras y recebo.

  “El césped es un ecosistema complejo, se requiere un tapiz continuo, resistente y perenne; y se debe conocer la morfología de las especies cespitosas, las partes que la integran” dijo, para añadir que “hay más de 1.800 especies, pero muy pocas sirven como césped deportivo”.

  Para ello estimó clave “conocer las capacidades físicas del suelo y tener el entramado completo, que soporte la carga de tracción del juego”, y precisó que “los macronutrientes son necesarios en grandes volúmenes, aunque los micronutrientes hay que aportarlos solo de manera periódica”.

  En cuanto a la topografía del lugar explicó que “la superficie debe ser plana, que no tenga elevaciones bruscas, que el juego no se desvirtúe por las imperfecciones del suelo” y para lograrlo “hay que hacer un relevamiento topográfico, por cuadrículas para corregir las zonas. Hay que buscar que el eje longitudinal sea más alto, que tenga una pendiente del uno por ciento, que implica bajar un centímetro por metro hacia los laterales”.

  El mantenimiento y las herramientas

  Albornoz consideró necesario realizar cortes periódicos del césped, desestimando la creencia que es mejor dejar que crezca y después cortarlo porque se daña la planta. Además opinó que no es conveniente dejar restos de cortes en la superficie porque “se le incorpora un problema”; y sobre el riego deslizó que “hay que suministrar agua justa y en el momento que la planta lo necesite”.

  Además expuso que se necesitan maquinarias específicas para el corte de césped, uso de fertilizantes, riego, aplicación de arena y recebo, eliminar restos de superficie, aireación, marcación del terreno y control de plagas, y para ello “se debe contar con personal calificado, presupuesto adecuado y monitoreo permanente”.

  En cuanto al nivel de los “cancheros” argentinos aseguró que “estamos un escalón más bajo que Europa o Estados Unidos, pero los conocimientos no son tan distantes. Con las maquinarias, el mérito agronómico pierde calidad, cuando acá tenemos calidad agronómica” dijo.

Comando del sistema de riego del Barcelona Fútbol Club.