25 AÑOS DE LA PRIMERA PELEA MUNDIALISTA EN SÁENZ PEÑA

El 23 de mayo de 1997, Carlos Gabriel Salazar se presentaba una vez más en el mítico Club Acción, testigo de grandes veladas pugilísticas. Pero no era una pelea más, era la defensa del título “mosca” de la Organización Mundial de Boxeo, que logró retenerla con creces ante el mexicano Antonio “Villasana” Ruiz.

  Transcurrieron 25 años desde aquella primera pelea mundialista que tuvo a esta ciudad como escenario, y como protagonista a uno de sus hijos dilectos, hoy Embajador del Deporte. Cinco meses y diez días habían pasado desde su consagración en el microestadio de Lanús, cuando dio vuelta un combate increíble para terminar derrotando por nocaut a Alberto “Ratón” Giménez.

  Desde aquel 13 de diciembre de 1996, Carlos Salazar empezó a ganarse un lugar merecido entre los grandes púgiles de nuestro país, y empezaba a transitar un camino de reconocimientos a tanto esfuerzo y múltiples privaciones. Es que en abril de ese año, había resignado la corona “supermosca” de la FIB frente al colombiano Harold Grey.

Carlos Salazar transcurre sus días en el gimnasio de Sáenz Peña, tras una fructífera carrera amateur y profesional

  La posibilidad de una defensa del título del mundo en Sáenz Peña empezó a cobrar fuerza a partir del contacto del promotor local Luis Clavero con Osvaldo Rivero, quien guiaba la carrera profesional del campeón. Las gestiones realizadas ante el intendente de aquel momento, Víctor Lapasini, fueron fructíferas y el mandatario se puso a disposición para que el espectáculo se realice en esta ciudad, sin condicionamientos.

  El día llegó y el Club Acción se vistió de gala con un público desbordante que aplaudió a rabiar a uno de los boxeadores que lo vio formarse en esa casa y que estaba ante los ojos del mundo para ser parte de una pelea mundialista por primera vez en Sáenz Peña.

  Y la fiesta fue completa, porque Carlos Gabriel Salazar le dio una verdadera paliza y demostración de boxeo a un Antonio “Villasana” Ruiz que veía como sus aspiraciones se diluían round tras round. Las tarjetas vieron ganador al chaqueño de manera unánime, cerrando una jornada llena de brillo y emociones.

Luis Clavero fue clave para la organización de la primera pelea por un título del mundo en Sáenz Peña

  Un presente rodeado de afectos

  Tras una fructífera carrera en el boxeo, tanto en el campo amateur como profesional, Carlos Gabriel Salazar vive un presente rodeado de afectos en Presidencia Roque Sáenz Peña. Frecuenta a sus amigos de siempre y de manera permanente es reconocido por una comunidad que lo tiene como uno de sus máximos abanderados.

  Fue declarado Embajador del Deporte y el pasado 21 de marzo se inauguró una plazoleta con su nombre y con una escultura en su honor, en ambos casos a cargo del municipio, lo que refleja la admiración que mantiene en su pueblo, a pesar de que han transcurrido más de dos décadas de haberse retirado.

  En octubre del año pasado había compartido con amigos los 40 años de la consagración en el Campeonato Argentino de Novicios en Mendoza, que marcaba el inicio de un camino incierto pero que lo terminó coronando con éxito. Pasaron luego el título argentino, los frustrados intentos mundialistas frente a Sot Chitalada en Tailandia (1990), Sung Kill Moon en Corea (1993) y de Hiroshi Kawashima en Japón (1994).

Actualmente Carlos Salazar es Embajador del Deporte de Sáenz Peña

  En 1996 llegó a la cúspide al obtener el cinturón “supermosca” y luego en “mosca”. Desde su debut profesional el 7 de diciembre de 1985, a los 21 años con un nocaut sobre Roberto Ledesma y con Carlos Monzón en su rincón, Salazar realizó 58 peleas, de las cuales ganó 47 (19 nocaut), perdió 8 y empató 3. Su retiro se produjo el 14 de agosto de 1998.