Con la revisión técnica al cuatriciclo aprobada y los trámites administrativos cumplidos, Carlos Verza solo aguarda la hora de la largada para ser parte de su sexto Rally Dakar consecutivo. Luego de haber recorrido miles de kilómetros en territorio americano, esta vez lo hará del otro lado del mundo. Cuenta regresiva para dar otro paso en Arabia Saudí.
La ansiedad se incrementa a medida que transcurren las horas, pero la tranquilidad le da el hecho de tener la máquina lista para encarar el gran desafío. El “Yaguareté” estará, una vez más, mezclado con los mejores del mundo en un territorio desconocido e inhóspito, pero que lo espera por otra de sus grandes hazañas.
Los entendidos dan como gran favorito en cuatriciclos al chileno Ignacio Casale, y no es para menos. Fue dos veces campeón del Dakar pero esta vez se reencontrará con uno de sus máximos rivales, el polaco Rafal Sonik, campeón del mundo con 53 años. Otros pesos pesados son los franceses Alexandre Giroud, Axel Dutrie, Simon Vitse y Sébastien Souday. Sin embargo no estará el vigente campeón Nicolás Cavigliasso.
Otros argentinos en esta categoría son Jeremías González Ferioli, Martín Sarquiz, Gustavo Gallego, Julio Estanguet, Santiago Hansen, Manuel Andújar y Gastón Mattarucco. En UTV, Juan Manuel Silva será el único de nuestro país que dirá presente, tras haber participado en otras ediciones en auto.
El recorrido de esta edición
Los pilotos y sus tripulaciones se enfrentarán a un itinerario de más de 7.500 kilómetros, de los cuales 5.105 serán de tiempo cronometrado (especial), de las que cinco superarán los 450 kilómetros. Serán 7.856 km distribuidos en 12 etapas, con inicio el 5 de enero en Yeddah y final el 17 de enero en Al Qiddiyah, con un 75 % de recorrido sobre todo tipo de arena. El recorrido fue diseñado por su nuevo director de carrera, el expiloto francés David Castera.
El Rally Dakar es la competencia más importante del mundo en su categoría. Su primera edición fue en 1979 (París-Argel-Dakar) y la de 2020 en Arabia Saudita será la 42°. La única vez que no se disputó fue en 2008, por amenazas de Al Qaeda. A partir del año siguiente, 2009, la prueba desembarcó en Sudamérica, donde se desarrolló por los siguientes 11 años.