LA RESPONSABILIDAD DE LOS CLUBES EN TIEMPOS DE COVID

Los principales dirigentes del fútbol de la provincia analizaron los alcances de un protocolo que permita deslindar de “responsabilidad civil” a los clubes en caso de que un socio, jugador o espectador contraiga COVID-19 en sus instalaciones. La productiva charla virtual fue promovida por la Liga Chaqueña de Fútbol.

En esta oportunidad el principal invitado fue el abogado Jorge Alcántara, de dilatada trayectoria en el ámbito público y privado, quien ofreció pormenores de la tarea que se debe encarar, y los flancos que se deben cubrir para evitar pasar un mal momento.

El cónclave, realizado a través de la plataforma ZOOM, tuvo la participación de los presidentes de las entidades vinculadas a la Federación Chaqueña, coordinada por el titular de la liga con epicentro en Resistencia, Roberto Acosta.

  También estuvieron el presidente de la Federación Chaqueña de Fútbol, Andrés Sotelo, y del Instituto del Deporte, Osvaldo Pérez Cuevas, sumado a los máximos referentes de las ligas del interior: Miguel Méndez (Del Norte), Carlos Pereyra (Saenzpeñense), Rafael Canteros Valls (Quitilipense), Esteban Milcoff (Del Nordoeste), y por la AFOCH el secretario Adil Sánchez.

A ellos se sumaron dirigentes de distintos clubes, quienes tuvieron la posibilidad de plantear sus respectivas inquietudes, entre quienes se destacó Héctor Gómez, mandamás de Chaco For Ever, quien aportó su experiencia como integrante del grupo que elaboró el protocolo en el Consejo Federal.

La “responsabilidad civil” de los clubes

Jorge Alcántara expuso que “al prestarse el club para una práctica deportiva o asistencia a un evento, por el cual cobra una cuota social o entrada, es responsable y debe velar por la correcta prestación del servicio. Y ello incluiría la implementación de protocolos sanitarios para garantizar esa práctica del deporte o asistencia a ese espectáculo deportivo”.

El abogado saenzpeñense Jorge Alcántara ofreció alternativas para que los clubes se cubran de la responsabilidad civil ante posibles casos de COVID en sus instalaciones.

  Añadió que “eventualmente el club podrá eximirse de esa responsabilidad civil, si es que esos protocolos se han hecho cumplir y se han implementado”, para detallar que “aquella persona que alega haber sido contagiado en el club, debe probar que ocurrió eso, debe probar el nexo de causalidad”.

  Como contrapartida, “el club deberá probar que ha cumplido con lo acordado ante la autoridad sanitaria, y que un eventual contagio no se debió a la falta de cumplimiento del protocolo. Ahí puede discutir, y entiendo con mucha posibilidad de éxito, que no tiene responsabilidad en dicho contagio”, aseguró.

  A modo de sugerencia indicó que “la primera cuestión que debemos plantear es si los clubes son responsables de los posibles casos de contagios (de COVID-19) que pudieran ocurrir en los eventos organizados por la entidad: La respuesta es definitivamente si; aunque para ello deben ocurrir determinadas circunstancias o extremos”.

  “La situación ofrece distintas aristas, según quién, cómo y en qué situación se da la situación de contagio” dijo, y sentenció que “en ese supuesto, si uno o más socios alegasen haberse contagiado en las instalaciones del club, la defensa girará en torno de probar que los protocolos han sido cumplidos”.

La necesidad de prever los protocolos sanitarios

  “Más allá de que será un extremo a probar por los socios, lo cierto es que si lo miramos objetivamente, esa responsabilidad civil del club por los daños o perjuicios que se le causen al asociado va a ser concreta” dijo, para completar que al cobrar una cuota social o entrada, el club “es responsable y debe velar por la correcta prestación del servicio”.

  En este contexto deslizó que “resulta fundamental que se prevean los protocolos sanitarios”, para sugerir que “lo ideal sería que se coordine con las autoridades sanitarias provinciales, que pueda llevarse a cabo a la práctica, que sean verdaderamente cumplibles. Va a ser responsabilidad del club su implementación y el respeto del mismo”, precisó.

  “La situación se presta para que personas malintencionadas aparezcan para ver a quién le puede sacar unos mangos, y creo que en la práctica se puede a dar”, aventuró Jorge Alcántara, y por ello ratificó que “se debe demostrar que se ha cumplido con el protocolo y se han puesto los esfuerzos necesarios para que no haya contagios”.

  Ante un hecho consumado, el profesional refirió que “el parámetro que va a tomar el juez es analizar si esos protocolos han existido y si se cumplieron de manera cierta y efectiva; el juez debe interpretar determinados indicios” explicó, para detallar que también los trabajadores del club y proveedores o prestadores de servicios deben estar incluidos en los protocolos.