VALERIA JARA, DE LA LEONESA, SUEÑA CON TOKIO

Aunque el apoyo oficial es nulo, el sueño mayor se está gestando para Valeria Jara, la atleta oriunda de La Leonesa que persigue como objetivo representar a Argentina en los Juegos Paralímpicos de Tokio 2021. La exponente chaqueña tiene una exigente rutina de entrenamiento con su silla de ruedas, con la intención de llegar de la mejor forma.

  Hace 12 años se inició en los Juegos Evita. De allí empezó a edificar su destino en el deporte adaptado y edificó no solo una carrera sino una familia basada en el sacrificio personal y el deseo permanente de superación. Esta consigna fue el motor que la impulsó y que le sigue dando la fuerza necesaria para superar situaciones adversas.

  Fue a los 15 años cuando empezó a descubrir el mundo del deporte paralímpico, y su incursión en Mar del Plata en las disciplinas “natación” y “velocidad” terminaron siendo el despegue y la apertura a un mundo de posibilidades pero también de una fortaleza especial para encararlo.

  Valeria realiza doble turno de entrenamiento, con la finalidad de mantener su mejor forma y llegar a 2021 bien armada para fortalecer su ilusión de incursionar en los Juegos Paralímpicos de Tokio. Por la mañana hace trabajo de gimnasio y por la tarde intensifica la práctica sobre la Ruta Provincial 56, completando tres horas diarias.

  Teniendo en cuenta que su especialidad es de 100 y 400 metros en silla de rueda, y que no cuenta con una pista para entrenar, debe hacerlo en la ruta. “Debo agradecer al intendente (José Carbajal) que colabora con agentes municipales para cortar el tránsito en una mano de la ruta y así puedo cumplir con mi entrenamiento”, destacó.

  Durante los primeros meses de la pandemia, el trabajo lo realizó en su casa con un rodillo y algunos complementos que debió adaptarlos de manera artesanal para no perder ritmo. Ahora el entrenamiento lo cumple de lunes a sábado con un elemento aportado por la Federación Argentina de Deportes sobre Silla de Ruedas (FADESIR).

  También remarcó el acompañamiento de la Fundación De.So.Cha. a través de Marcelo González, desde cuya institución se le había provisto de la primera silla de ruedas para encarar la competencia. “La silla que tengo no es la más adecuada, y de hecho es la más antigua de las que integramos la selección argentina”, admitió.

  Lógicamente esta circunstancia no deja de ser un condicionante a la hora de pensar en conseguir mejores registros de tiempo, habida cuenta que corre con una apreciable desventaja técnica. De todas maneras, eso no fue impedimento para que pudiera obtener varias medallas en su trayectoria.

Un camino de logros

Valeria Jara se inició en 2008 en los Juegos Deportivos Evita, que marcó un antes y un después en su carrera. Se fue especializando en velocidad 100 y 400 metros sobre silla de ruedas, y en 2009 la llamaron para ser parte de la selección argentina de paratletismo.

  Con 18 años, en 2011 compitió en su primer Torneo Parapanamericano que se realizó en Guadalajara (México), donde obtuvo medalla de plata en 100 metros, y sendas medallas de bronce en 400 y 5.000 metros planos. Tras ello tomó parte en el Mundial de Francia y en el Sudamericano de Chile. En los Parapanamericanos de Lima (2019), también conquistó medalla de plata en 100 metros, y bronce en 4×100 universal con el equipo nacional.

  A la par pudo participar en competencias europeas realizadas en Suiza y en Liverpool, y en nuestro continente también incursionó en Brasil y en torneos desarrollados en Buenos Aires y nuestra provincia. “El mayor objetivo es poder llegar a la marca exigida para participar en Tokio 2021”, expuso Valeria Jara sobre su futuro, confiada en poder lograrlo.

El valor de la familia

La familia de Valeria es puntal en su vida y en su carrera deportiva. El apoyo es mutuo y tiene una particularidad: tanto ella como su esposo Matías Puebla son atletas especiales y entre ambos encaran este desafío. De dicha relación nació hace cinco años Agustín, otro motor que los impulsa y los fortalece.

  Matías es lanzador paralímpico, oriundo de Entre Ríos, que también incursionó en múltiples competencias nacionales e internacionales. Los dos conocen a la perfección la actividad y sueñan con estar en Tokio. “Se debería reforzar el apoyo económico a los deportistas paralímpicos, desde la provincia no tenemos ningún tipo de acompañamiento oficial”, lamentó Valeria.