¿LA FOTO EN AFA O LA DEFENSA DE LOS CLUBES?

  Pasa desde hace años. Ahora sorprende porque todo ocurre a cara descubierta. Y porque volvió a sucederle a un equipo capitalino y con la historia de Sarmiento de Resistencia. Mientras algunos dirigentes sigan preocupándose más por tener una foto con el presidente de la AFA y del Consejo Federal que por defender los intereses de los clubes, se mantendrá la impunidad.

  La mediocridad está enquistada en distintos estratos de la sociedad, con fuerte presencia en la política que, a su vez, ocupa cada vez más espacios en las instituciones deportivas como bastión o posicionamiento partidario. Porque el deporte no es ajeno a algunas prácticas que vienen ocurriendo cada vez con más frecuencia y, lo que es peor, como si fuera algo natural.

  Pareciera que es normal que un personaje disfrazado de árbitro despoje de una intención legítima de clasificación a un equipo. Y que algunos miren hacia otro lado, porque a ellos no les tocó. Un reflejo claro de una sociedad que se va desmembrando, ante la pasividad de quienes tienen distintos grados de responsabilidad.

  El fútbol argentino está lleno de intereses particulares, mezquinos, egoístas. Y para conseguir los objetivos no importan los métodos que se deban aplicar. Cada vez es más evidente. Los torneos son impresentables, sin previsiones, con cambios sobre la marcha. Al Consejo “Federal” ¿le importa verdaderamente los clubes? Las pruebas indican que poco y nada.

  Se creen los dueños de la situación. Y tienen a favor que, en muchos casos, quienes deben defender los intereses de los clubes a los que representan, se limitan a levantar la mano y a cuidar su zona transitoria de confort. No vaya a ser que, si elevan su voz en contra del mandamás, pierdan ese lugar de ficticio privilegio.

  Y si lo sucedido en el partido semifinal del Federal A en Mendoza perjudicó a una institución de rica trayectoria, que tiene como presidente (en uso de licencia) nada menos que a un gobernador de provincia ¿Qué puede esperar un club de un pueblo del interior del Chaco, acostumbrado incluso a ser ignorado por muchos funcionarios de la provincia, excepto (claro) que tenga vínculo con el poder político?

  En el Chaco hay muy buenos dirigentes, voluntariosos, trabajadores y honestos. Pero también muchos oportunistas que busca su propio provecho. Si no hay una pronta reacción y una lucha pareja, seguiremos lamentando prácticas desleales en un ambiente que aparece sospechado desde hace mucho tiempo, y que personajes como Tapia, Toviggino y algunos otros se encargan de alimentar y profundizar. Por complicidad, desidia, o inacción.