Un hecho de violencia más en solo cinco fechas del Torneo Apertura “Samuel Parayre” de la Liga Saenzpeñense de Fútbol. Y no solo eso, sino que es el tercer caso en un partido de tercera división especial, donde se supone que los jugadores están en “formación”. Fue en Belgrano y Barrio Sarmiento, que debió suspenderse en el primer tiempo.
El partido estaba 0 a 0 hasta que pasada la media hora de juego el árbitro expulsó al defensor central Lucio Caro del conjunto de Juan José Castelli y al centrodelantero Jesús Bórtoli del elenco del barrio Lamadrid, quienes fueron protagonistas de un hecho que dejaría a uno hospitalizado y al otro detenido.
Según explicaron desde el cuerpo técnico de Barrio Sarmiento, ya en zona de acceso a los vestuarios el jugador “ferroviario” cargó contra el otro joven con un golpe artero que lo dejó nocaut, y al caer golpeó fuertemente contra la pared. Esto generó la reacción de los demás integrantes del equipo, y en el altercado también resultó con lesiones en la cabeza Jacinto Salto.
Ambos debieron ser trasladados en ambulancia hasta el Hospital 4 de Junio, donde se le realizaron tomografías para determinar posibles lesiones. A partir de esta situación, el jefe del operativo policial informó que no podía ofrecer garantías para la continuidad del espectáculo, en un hecho que llamó la atención porque para el juego de primera aún faltaba por lo menos una hora.
Esta cuestión fue considerada por la dirigencia local como una “extralimitación”, al entender que el partido podía jugarse. En este contexto el juez designado para dirigir el cotejo de primera, Horacio Torres, decidió suspenderlo y elevar el informe a la Liga Saenzpeñense.
Tras ello el director técnico de la tercera división del club visitante, Walter Soraire, se dirigió a la Comisaría Segunda donde radicó una denuncia, acompañado por el resto del plantel y por el entrenador de primera división, Juan Braun. En la misma dependencia, permanecía detenido el jugador de Belgrano a la espera de una orden de la Jueza de Faltas para liberarlo.
A la par el vicepresidente del club saenzpeñense, Sebastián Paskván, se interiorizó en el lugar sobre el estado de los jugadores hospitalizados y se dirigió hasta el nosocomio para llevar unos medicamentos solicitados por los profesionales que los atendieron. Un capítulo más en solo cinco fechas que refiere a violencia, y no a fútbol.
