Hace exactamente un año, el automovilismo chaqueño empezó a escribir una página oscura de su rica historia. El 6 de abril de 2019 se produjo el accidente de Juan Carlos Iglesias en plena prueba de clasificación del Campeonato Chaqueño de Automovilismo Unificado. Dos semanas después, el 20 de abril, fallecía por las graves secuelas.
Fue un día fatídico para el automovilismo de la provincia. En el autódromo Santiago “Yaco” Guarnieri se desarrollaban las pruebas libres para poner en marcha el campeonato, pero la tragedia se hizo presente con el accidente de Juan Carlos Iglesias.
El piloto pergaminense, pero radicado en Charata, sufrió graves quemaduras que le afectaron el 40 por ciento de su cuerpo. No había ambulancias y el procedimiento de rescate no fue el apropiado. Tras iniciarse un incendio en el habitáculo de su Fiat 128, no pudo salir por sus medios. Fue trasladado a un sanatorio de Resistencia, y luego al Hospital Alemán de Buenos Aires.
Muchas cosas se hicieron mal, hasta que el 20 de abril de ese año falleció, horas después de que se le diagnosticara muerte cerebral. Un año después de aquel suceso, la actividad automovilística sigue paralizada. La lamentable pérdida, por lo menos debe servir para aprender de los errores cometidos.