SANTOS OLIVEIRA, ADIOS A UN HOMBRE QUE DEJÓ HUELLAS

Nació en Sáenz Peña el 2 de agosto de 1936, pero gran parte de su vida transcurrió en Resistencia. Waldemar Santos Oliveira pasó por distintas instituciones y dejó su huella indeleble en cada una de ellas, y por eso no sorprende la gratitud que le tributaron tras conocerse la noticia de su fallecimiento, a los 84 años.

  Fue arquero en dos de los clubes más representativos de la provincia, como Chaco For Ever y Sarmiento, pero donde estuvo no pasó inadvertido. Terminó siendo uno de los dirigentes emblemas del club Don Bosco, desde donde acompañó el desarrollo de una gran cantidad de deportistas.

Santos Oliveira fue una de las figuras destacadas, tanto de deportista como dirigente

  Se crió en el Ensanche Sur de Sáenz Peña pero luego emigró a la capital provincial, donde cumplió distintas funciones como jugador, entrenador y dirigente. “Mulita”, como lo llamaban, tras su desempeño como arquero, integró el cuerpo técnico de Roberto Puppo en el equipo de For Ever que jugó regionales y nacionales.

  También pasó por Independiente Tirol, Vélez de Buenos Aires, Colón de Santa Fe, Guaraní de Paraguay y terminó en Estudiantes de Villa Gobernador Ferré, además de integrar el seleccionado de la Liga Chaqueña. Como entrenador pasó por las inferiores de For Ever, luego Estudiantes, Resistencia Central, Central Norte, Villa Alvear y Sarmiento.

El Club Don Bosco fue su casa durante más de tres décadas

Pero más de tres décadas de su vida la dedicó al Centro Deportivo Don Bosco, donde fue presidente en varios períodos pero también ocupó distintos cargos. Además fue uno de los dirigentes fundadores de la Federación Chaqueña de Handball, primer titular de la Federación Chaqueña de Box, y ex vicepresidente de la Asociación de Básquet de Resistencia.